11 de febrero de 2009

Capítulo 20

Capítulo 20.- Desencuentro

Una chica de cabellos azabaches caminaba por los pasillos de la Universidad, en dirección a su aula de clases, aún había partes de esta que no conocía debido a lo extensa que era, solo sabía el camino hacia su aula y a la cafetería, parecía como si fuese otra ciudad dentro de esta, cuando sintió que tomaron su brazo y la jalaron hacia el cuarto donde guardaban todo los utensilios de limpieza
- no podía esperar otro minuto mas sin tenerte cerca de mí- tomó su barbilla y juntó sus labios con los de ella, se amoldaban mientras Inuyasha pasaba la mano que tenía en su barbilla a su nuca, ambos metían su lengua en la cavidad del otro jugando con suavidad, cuando creyeron conveniente separaron sus rostros para poder apreciarse mejor, aunque todo estaba oscuro sus ojos se acostumbraron y podían verse un poco
- esta semana ha sido difícil- suspiró pesadamente
- lo sé… día con día es una tortura no poder estar contigo de esta manera- juntó su frente con la de ella- tener que pretender que no somos…-no podía terminar la frase, era indudable, la categoría de hermanos ya no existía para ellos
- es mejor así…- sabía a que se refería, el bienestar de ambos… no solo ante las críticas, si no al rechazo
Inuyasha tomó la mandíbula de ella con ambas manos y la miró directamente a los ojos, esos ojos que lo hipnotizaban con su sutil color chocolate, fue acercando su rostro sin dejar de penetrar esa mirada hasta que ella fue cerrando con parsimonia sus ojos hasta quedar completamente cerrados
Aprisionó sus labios entre los de el moviéndolos suavemente con un toque erótico… hasta que el ruido los hizo despertar del transe al que estaban entrando, la hora de entrada había llegado
- Inuyasha…-dejo salir con una voz jadeante al terminar el beso- tenemos que ir a clases…- se separó de el dándole la espalda, aunque no quisiera hacerlo… tenía que…
- no- la tomó por la cintura posesivamente- no te voy a dejar ir- le dio al oído
- por favor Inuyasha- sintió su aliento caliente en su oreja y parte de su cuello- tengo…-suspiró al sentir los labios del platinado en su cuello- examen- se separó rápidamente del chico y abrió la puerta viendo hacia ambos lados antes de salir- nos vemos en la salida- salió a paso apresurado hasta su aula de clases
Entró al aula donde tomaba las clases y suspiró, recordando que hace solo unos momentos la tenía en sus brazos, ya no había más duda, estaba enamorado, no, locamente enamorado de Kagome, que ironía, cuando eran niños ella no existía para él y ahora no puede vivir sin ella
Se sentó en una de las sillas del pequeño auditorio que era su salón de clases
- Inuyasha- el pronunciar de su nombre lo sacó de sus pensamientos y ladeó el rostro para observar quien lo llamaba
- ¿sucede algo Yura?- levantó una ceja
- hoy tenemos un trabajo en equipo ¿recuerdas?- apoyó sus brazos en el pupitre
- si lo recuerdo, en la biblioteca a la hora de la salida ¿no?- reafirmó lo que hace unos días su compañera le había dicho repetidas veces
- si- sonrió- es solo la segunda entrega del proyecto final, recuerda que el tercero va a ir a nuestra calificación definitiva- se cruzó de brazos pensando en lo que se estaban jugando con ese dichoso proyecto
El primer profesor del día llegó iniciando su cátedra inmediatamente

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La hora de la salida había llegado después de un tedioso día
- El examen estuvo muy difícil- comentó una de sus compañeras poniendo su mano en su frente, demasiado dramático
- Oye Kouga- llamó el chico de la perforación en la ceja y el aludido se fue acercando a ellos- ya desde que te emparentaste con Ayame no existimos
- Lo siento- rió nervioso mientras rascaba su cabeza
Kagome se recargó en el tronco del árbol, era como si estuviera en otro lugar, pensando en su situación más que en las tonterías que sus amigos estaban platicando, y en el examen que había fallado… ahora tendría que trabajar más duro para subir su nota…
- ¿Qué les parece si vamos a la cafetería del centro comercial?- comentó Yucca alzando por lo alto su dedo índice
- ¡si, que buena idea! Así sirve para olvidarnos del examen, puede que después de que mis padres vean mis calificaciones no regrese con vida a la Universidad- digo de nuevo la dramática de Eri, era su amiga, pero se había distanciado un poco de ella inconscientemente desde lo que sucedió con Inuyasha, casi siempre le preguntaba por él y eso le molestaba
- Kouga, ¿van a venir tu y Ayame?- preguntó Yucca- ya no recuerdo cuando fue la última vez que salimos
- ¡claro que vamos!- llegó la pelirroja tomando el brazo de su novio, solo había escuchado una parte de la conversación
Las chicas junto con Kouga comenzaron a caminar hacia la salida de la Universidad
- ¿no vas a venir Kagome?- preguntó el de ojos grises regresando unos cuantos pasos, ella seguía recargada en aquel árbol
- no, ya tenía planes- negó con la cabeza
- si quieres puedo acompañarte- no le gustaba que se quedara sola y con gusto se quedaría, siempre y cuando ella quisiera
- no, esta bien, ve y diviértanse- sonrió
- ¿segura?- insistió prefería estar con la chica de cabellos azabache a una simple salida con sus amigos y compañeros de clase
- si estoy segura-
- está bien- sonrió de medio lado, y siguió los pasos de los demás hasta salir de las instalaciones
Sacó su móvil de la mochila, no tenía ni una llamada perdida y en la pantalla eran las 3:45pm , habían pasado ya cuarenta y cinco minutos desde que salieron de sus clases y aún no había rastro de él, solo esperaba que no demorara más, ya que comenzaba a desesperarse

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Después de unas horas de estar trabajando conjuntamente habían dado los toques finales al proyecto, miró su reloj de pulso, eran casi las siete de la noche, estaba exhausto, miró por una de las ventanas de la biblioteca, la anunciada lluvia del día siguiente se había adelantado, suspiró, solo quería tomar un baño y dormir junto a Kagome… Kagome… ¡demonios! Lo había completado, corrió hasta donde habían quedado de verse, el árbol donde siempre se encontraban, no había nadie, era lo más lógico, que no estuviese, habían pasado casi cuatro horas desde la salida de clases…
- maldita sea-
Había llegado a la mansión después de una hora, el clima no estaba a su favor, y conducir con el asfalto mojado era peligroso a demás del tráfico usual
- Señor Inuyasha- dijo al verlo en la puerta
- Mioga, ¿viste a Kagome?- frunció levemente el ceño
- ¿La señorita Kagome?- se tomó la barbilla- me parece que la vi hace unos momentos entrar a su habitación… ¿Señor Inuyasha?- solo lo vio subir una de las escaleras con gran prisa
El sonido acústico se escuchaba salir de la habitación de la chica, era seguro que estaba ah… maldita sea, ¿Cómo pudo olvidarlo?
Mientras abría la puerta un olor peculiar comenzara a llegar a sus fosas nasales, ¿podría ser?, terminó de abrir la puerta
Estaba recostada con la guitarra en su pecho, había dejado de tocar y ladeó el rostro… tenía un cigarrillo en su boca, su ceño comenzó a fruncirse, casi se podía conectar una ceja con la otra, estaba muy molesto…
- ¿se te ofrece algo?- levantó una ceja mientras dejaba la guitarra de lado y se sentaba en el borde de la cama
- habías prometido que…-
- lo sé, ¿y?- preguntó retándolo
- Kagome… -suspiró- yo… en verdad lo siento… es que… lo olvidé- desvió la mirada hacia el pequeño escritorio con la portátil de la chica- tuve que hacer un trabajo… y bueno… se me hizo tarde
Se sentó en el borde de la cama- ¿eso es todo lo que tenías que decir?- ahogó el cigarrillo en el cenicero- si es así ya no tienes nada que hacer aquí
- vine a disculparme… a explicarte por qué…- bajó su tono de voz- te deje plantada
- creo que no te costaba avisarme, una llamada o un mensaje- dijo con el ceño fruncido
Bajo la mirada- tienes razón, por eso vine a pedirte disculpas
- no me interesan tus disculpas- volvió a recostarse en el colchón
- no se puede contigo- había ido para poder hablar con ella, disculparse ¿y así le respondía?, le dio la espalda- ¿sabes?- comenzó a hablar- pensé… que tal vez habías cambiado…
Al oír sus palabras frunció el ceño e iba a contestarle cuando siguió hablando
- pero me equivoqué contigo, sigues siendo la misma… y yo ya me cansé de estar soportando todos tus desplantes inmaduros y sin sentido, esto no va a llegar más lejos- caminó rápidamente cruzando el cuarto y finalmente salió de la habitación cerrando la puerta fuertemente
Al escuchar los pasos del platinado queso estática, con sus ojos abiertos casi desorbitados, en verdad le había dolido, sintió como unas punzadas atravesaban su corazón, eso significaba que… ¿ya no iba a estar con ella? Sus ojos comenzaron a ver borroso, comenzara a sentirse sofocada, el aire le faltaba
Cuando cobró la razón, ya estaba afuera de esa mansión, empapándose, y ahora caminando por las calles como si estuviera deambulando
- Inuyasha…-dejo salir de su boca mientras sus lágrimas se confundían con las gotas de la lluvia

Capítulo 19

Capítulo 19.- Romance secreto

Hacía algunos minutos que había salido de la habitación de Kagome, nunca se había sentido tan feliz y completo en lo que llevaba de vida, era como si estuviera viendo la luz al final de un túnel interminable.
Era verdad que era un chico popular, y todos lo creían inteligente y sobre todo con más dinero de lo que podían imaginar, que era perfecto a sus ojos, pero le realidad era otra… no era perfecto y se encontraba muy lejos de estarlo… desde niño, su madre se la pasaba fingiendo lo perfecta que era su familia y tratando de que el engaño de su padre no saliera a la luz… solo era una hipócrita, a veces se preguntaba si alguna vez los quiso, a Sesshomaru y a él.
Su hermano mayor tuvo que irse a otro país para alejarse de todo la hipocresía que era esa familia, aunque los demás no lo notaran… eso eran.
Se sentía solo aunque no lo estuviera, incompleto…
Pero ahora eso era diferente, tenía a su Kagome, ella le hacía sentir tantas cosas con solo cruzar miradas… ¿como llegaron hasta ese punto?... no se dio cuenta, pero ahora estaba completamente, no… locamente enamorado de ella.

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No podía borrar esa tonta sonrisa de su rostro, no podía evitarlo, estaba extremadamente feliz, se sentía dichosa y por primera vez en su vida… amada…
Pero una pregunta rondaba por su cabeza ahora, y no la dejaba en paz… ellos dos… ¿Qué eran?
Se tomó su nuca y la acarició de forma nerviosa, habían quedado de salir, pero de ahora en adelante que iba a pasar… tanta era su felicidad que no pensó en nada mas…
En pocos minutos resonaban unos golpes fijó su mirada en el lugar en el lugar donde prevenían, la puerta de su habitación… respiró profundamente, esas preguntas aún sin respuesta la tenían en un estado extraño para ella…
La puerta retumbó cuando llegaron los golpes más fuertes, caminó lentamente, como si todo fuera en cámara lenta, a cada paso ese sentimiento se hacía mas grande y más preguntas llegaban a su cabeza, ¿Qué es lo que pasaría con ellos?, agarró fuertemente el picaporte, como si haciendo aquello se le fuera ese sentimiento, abrió con parsimonia mirando el piso
Una manó tomó su barbilla e hizo que alzara el rostro
- ¿estas bien?- sus ojos dorados eran tan brillosos… no podía fingir que todo estaba bien como en otras veces así que solo desvió la mirada
- Inuyasha… no, no estoy bien…-al fin pudo decir
- ¿Qué es lo que tienes?- esa voz de preocupación no era común en el- por favor, dímelo…
- es que… tengo miedo de que todo esto se acabe… por que nosotros somos…- en ese momento fue interrumpido
- una pareja- al escuchar sus palabras lo miro con los ojos chocolate abiertos- somos una pareja ¿verdad?- sonrió
Ella sonrió, una gran y hermosa sonrisa que en todo lo que llevaban de conocerse nunca había visto, de un momento a otro ella estaba abrazada de su cuello besándole la mejilla como si fuera una colegiala que por primera vez se le hubieran declarado… ella era tan impredecible, tan encantadora
- pero…- se separó de él, y frunció el ceño- todos saben que nosotros… bueno… tu sabes
- lo sé… entonces, tendremos un romance secreto- le guiñó el ojo
No era lo que ambos querían, pero era lo mejor para todos… al menos por ahora
Ya estaban dentro del mini Cooper en camino hacia cualquier lugar, no tenían algún rumbo fijo, lo único que querían era pasar un tiempo juntos fuera de esa gran mansión
La miró aunque fuese de vez en vez, ya que no podía quitar la mirada de la autopista, esta vez su posición relajada de siempre no estaba, su mirada que se mantenía antes hacía afuera ahora estaba viendo sus manos que se encontraban en sus muslos
Rápidamente tomó una de sus manos con la suya y entrelazó con sus dedos con los de ella
- ¿Por qué estás tan nerviosa?- preguntó sin dejar de mirar por donde conducía
- lo siento… no puedo evitarlo, es que todo esto me parece tan surreal… que es solo un lindo sueño del que no quiero despertar nunca…- apretó más su mano
- no es un sueño, es solo la bella realidad- ambos sonrieron
Estando en el auto conservaban sus manos entrelazadas, ambos sabían que la situación en la que se encontraban no iba a ser nada fácil. Pertenecían a una renombrada familia y no podían arriesgarse a actual libremente por encima de eso. El mundo se volvería contra ellos, así que por ahora… su relación sería oculta.

Capítulo 18

Capítulo 18.- Confesiones

Los rayos del sol comenzaron a darle directo en el rostro, le molestaba… se quejó y frunció la nariz cerrando más fuerte los ojos.
Sentía frío, estaba sola en aquella cama, ¿había sido un sueño?... se movió ligeramente sin cambiar de posición, no, no era un sueño, el dolor bajo sus caderas se lo confirmó, ¿se había ido?, era lo más probable, suspiró pesadamente, aún no abría los ojos, no quería confirmar lo que temía… ¿le había mentido?¿la había usado? Seguramente… Fue solo la chica de una noche…
- ¿ya despertaste?- sonó una voz masculina detrás de ella
Se sentó en la cama por un pequeño salto agarrando la delgada sábana para tapar su desnudez, y ladeó el rostro, estaba segura de que era…
- supuse que tendrías hambre- bajó hasta su regazo una pequeña bandeja con fruta, pan tostado y un pequeño vaso de cristal con jugo de naranja, y se sentó al borde de la cama, solo vestía unos bóxers
El estaba ahí… no la había dejado…

Lo miraba sorprendida, con los ojos bastante abiertos, bajó la cabeza y su cuerpo comenzó a inhalar rápido cortadamente por la nariz.
- ¿Kagome, paso algo? ¿No te agradó el desayuno?- frunció el ceño preocupado
Ella negó con la cabeza aun sin levantarla
- ¿Qué es?- no decía nada, no sabía que hacer o que decir… ¿estabas así por su culpa?
Alzó la mirada, unas lágrimas podían verse caer de sus ojos chocolate, pero antes de que Inuyasha pudiera articular palabra había sido abrazado por la chica.
- Gracias…-le dijo al oído, él correspondió el abrazo
- ¿Gracias por que?- sonreía, pero no entendía que era lo que estaba pasando
Kagome se separó un poco del abrazo- pensé… que tal vez… esto fue de solo una noche…
El platinado junto su frente con la ella- tonta… no dudes nunca de lo que siento por ti…
Ella asentó la cabeza, dejando caer lágrimas de felicidad
Inuyasha pasó sus dedos pulgares por sus mejillas rosadas, para limpiar el rastro de lágrima que aún quedaba
- ¿sabes?- comenzó a hablar- mi vida ha sido difícil, un desastre…- el chico se sintió mal, parte de eso había sido su culpa- comencé con el cigarrillo por que era lo único que me tranquilizaba…- ella estaba dispuesta a decirle todo, el solo la miraba y escuchaba todo lo que tuviera que decir, aceptaría todo lo que le dijera- pensé que regresar a Tokyo era un terrible error, regresar a lo que siempre temí...
- Kagome yo…- dijo el chico con un sentimiento de culpa que nunca antes había experimentado
Lo interrumpió - lo único que hizo más soportable regresar fuiste tu… -alzó su mirada dorada extrañado- yo siempre te quise… nunca pensé que ese sentimiento… se convertiría en amor…
Suspiró, al fin estaba conociendo a la verdadera Kagome, la que se escondía detrás de esa personalidad rebelde, cínica, sarcástica… ahora la comprendía mejor… era turno de ser sincero con ella.
- por favor Kagome, quiero que me perdones por todo lo que te hice cuando niños, estaba celoso, te tenía coraje por que nuestro padre nunca nos puso la atención que te daba a ti… fui un completo idiota infantil
- ¿fuiste?- comenzó a reír

- ¡oye!- exclamó juguetón, y a hacerle cosquillas en el estómago, ella se movía y pateaba
-¡Inuyasha! Suéltame- apenas podía articular las palabras entre risas- ¡vas a hacer que tire mi desayuno!
- Te amo Kagome- le robó un beso- gracias a ti, por hacerme feliz
La volvió a besar, pero esta vez fue pasional, jugando con su lengua, saboreando cada parte de la boca a la que se había vuelto adicto.

Capítulo 17

(N/A.- Hola a todos!! antes que nada una disculpa por no haberlo subido antes, pero casi se me olvida que tenia el blog, ahora mi verdadera intención era advertirles sque a partir de este capítulo vienen las escenas fuertes, así que si no estan dispuestos a leerlo sera mejor que se pasen al siguiente y si quieren, pues adelante mis pequeños perversos hahahaha xDDD)



Capítulo 17.-Revelando sentimientos

Había pasado ya un mes desde el día del paseo, el y Yura salían cada tanto, se habían vuelto muy amigos.
No había visto mucho a Kagome desde aquel día, cuando salía o entraba a su cuarto de vez en cuando podía escuchar el sonido de una guitarra proveniente de la habitación de la pelinegra, si acaso veía su rostro unos minutos, casi todo el día se la pasaba afuera, tratando de evitarla…
Estaba en su cama, viendo el techo, con las palmas de las manos debajo la cabeza, era ya un mes y aún no podía olvidarla, cada vez que la veía sentía que se enamoraba más de ella, de sus detalles… ya no podía ocultarlo, tratar de negarlo nunca funcionó, ya no podía estar lejos de ella, sentía que iba a morir de tristeza… tenía que hablar con ella, aclarar la situación, si Kagome no sentía lo mismo que él… se iría lejos…
Estaba decidido, se levantó de la cama tomando impulso, y salió de su habitación, caminó por el pasillo con paso lento, al llegar a la puerta que conducía a la alcoba de la pelinegra se apoderó de la perilla, dudo un momento, lo mejor era aclararlo.
Abrió la puerta, ¿no había nadie?, ¿había salido?, escuchó un pequeño gritito en el baño, y corrió hasta él ¿le habría pasado algo?, al empujar la puerta la chica lo miro, se encontraba solo en bata de baño, se sonrojó al instante, y el se quedo pasmado con la escena
- ¿Inu…yasha…?- dio pasos hacia atrás y resbaló con un pequeño charco de agua pegándose en la espalda con la manija de la regadera, abriéndola, haciendo que las gotas de agua cayeran sobre ella, mojándola.
Caminó hasta ella, sin importarle empaparse, se acercó y puso sus manos en la pared, aprisionándola, haciendo que la chica abriera más sus ojos y las mejillas se tiñeran de un color carmesí intenso.
- Kagome…-comenzó a hablar, mirándola a los ojos- se que esto esta mal, que nunca debería haber pasado… pero estoy enamorado de ti, te amo mas que a nada en este mundo, trate de olvidarte pero no pude…-la chica se tomó la bata en el sitio donde se encontraba el corazón- si no sientes lo mismo que yo me iré lejos, nunca más te molestaré… esto que siento se que es un pecado, pero si sientes lo mismo que yo no me importaría nada ni nadie más que nosotros…
Kagome solo lo miraba, no podía articular palabra, ¿él la amaba? ¿Esto era un sueño?, las gotas frías aún cayendo sobre ella la devolvía y le dijo que no lo era… ¡demonios! Como le dolía el corazón en este momento… veía sus ojos dorados…
- ¡por favor Kagome! Si no sientes lo mismo que yo dímelo, o si me odias, cualquier cosa…-dijo casi en súplica, pero aún no obtenía respuesta, asentó la cabeza simultáneamente- de acuerdo, ya entendí- comenzó a despegar sus manos de la pared de mosaicos del baño, cuando sintió una mano delgada agarrar su brazo fuertemente
- entonces…- la miró, le iba a dar su respuesta- nos iremos al infierno los dos…
La abrazó fuertemente, sintiendo como ella le correspondía, sus calidad manos en su espalda, se separó unos centímetros para verla, subió sus manos hasta las mejillas rojizas de ella, se miraron a los ojos, y unieron sus labios, amoldándose a la forma del otro a la perfección, lamió su labio inferior, para luego introducir su lengua, jugando con la de ella, saboreando cada parte de su boca, torpemente cerró la llave de la regadera, y caminaron sin despegarse un centímetro, sin dejar de besarse con devoción y pasión.
Siguieron caminando hasta toparse con el borde de la cama de la chica, cayendo Inuyasha encima de ella, ambos se acomodaron en la cama, el pasó su mano por los cabellos de la chica, comenzó a besar la mejilla, para después pasar a su cuello, escuchaba los gemidos de la chica, y su cuerpo moverse inquieto debajo de el.
Pasó su mano la cintura y cadera de Kagome, subiendo y bajando simultáneamente, regresó a saborear su boca, comenzó a dirigirse al seno de la chica, tocándolo por encima de la bata de baño, eran audibles los gemidos ahogados de la chica, paró en seco y dejó de besarla, apoyó su frente sobre la de ella, con los ojos cerrados, sintiendo su respiración cerca
- lo siento Kagome…- respiraba agitado- yo…
- no lo sientas- pasó sus manos por el cuello del platinado y mordió su labio inferior, ahora ella comenzaba a besarlo…
Estaba dispuesta a entregárselo todo, quería estar con él, necesitaba estar con él…
Abrió un poco la bata de baño, dejando ver la piel entre sus senos, introdujo la mano por debajo de esta, hasta llegar a su seno, comenzó a formar círculos alrededor del pezón de la chica, acariciándolo, ella iba quitando la camisa mojada de Inuyasha hasta que el terminó sin ella, desde los labios de la chica iba dejando un camino con su lengua hasta uno de sus senos, lamiéndolo, succionándolo, mordiéndolo suavemente, respiraba fuertemente y entrelazaba su mano con el cabello platinado de él.
Comenzó a quitarse el pants azul marino, llevando consigo su ropa interior, terminó por abrir la bata de baño, dejando ver el hermoso cuerpo de la chica, lo bien formada que estaba, lo perfecta que era en todo sentido.
El sudor se fundía con las aún gotas de agua que quedaba en el cuerpo de los chicos, Inuyasha fue bajando la mano hasta llegar al sexo de la chica, lo comenzó a tocar delicadamente, haciendo que Kagome se arqueara un poco y gimiera, lo masajeaba, introducía sus dedos en su cavidad, simulando lo que pronto vendría, seguía besando su seno, fue subiendo con besos cortos hasta su boca.
Se colocó entre la piernas de la chica, ella lo abrazó por el cuello, juntando sus frentes, respirando encima del otro, Inuyasha fue introduciendo su miembro en ella, lentamente, no sabía si ella era virgen o no, lo último que quisiera sería lastimarla… y por como se aferraba a su cuello tal parecía que si… se movía lentamente, hasta que el cuerpo se amoldara y se acostumbrara, cuando por fin el dolor comenzó a desaparecer fue soltando el agarre, hasta quedar recostada en la cama.
La luz de la luna entraba por la ventana de la chica, siendo lo único que iluminara el cuarto, ambos se veían directo a los ojos, todo el amor que sentía por el otro podía ser transmitido por sus ojos, mientras el movimiento se hacía mas rápido, se daban cortos besos ya que el aire era casi ausente, ambos gemían, jadeaban…
Ambos habían llegado al climax, Inuyasha dejo caer su cuerpo completamente encima de la pelinegra, recargando su cabeza en el hombro de la chica, podían sentir la respiración del otro sobre su cuerpo… Kagome pasaba los dedos por el cabello platinado de él, era simplemente mágico…
Dio una vuelta quedando al lado de Kagome
- Note vayas- suplicó
La abrazó pasando un brazo debajo de su cabeza y la otra mano subiendo y bajando por su espina dorsal
- No lo hare… nunca…- le dio un fugaz beso en los labios y otro en la frente, ella tenía cerrado los ojos, seguramente estaba cansada… pasó su mano por el flequillo- …te amo…

2 de diciembre de 2008

Capítulo 16

Capítulo 16.- El tiempo lo dirá

La semana de clases había terminado, era sábado… ahora Inuyasha salía con una chica de su salón… a decir verdad era muy bonita… los había visto alguna vez en la universidad…pero… y ella ¿Qué podía hacer al respecto?... nada, absolutamente nada, no podía interponerse, lo sabia bien, el solo la besó por que ella lo obligó a hacerlo o ¿fueron los efectos del alcohol?…en realidad, eso ya no importaba… y quizás, ese beso no significo nada para él, solo fue otro más, pero para ella… lo significo todo… no era su primer beso, pero fue el único que la hizo sentir de esa manera
Ya había pasado un mes desde eso… y aún no podía olvidar la sensación que le provocó unir sus labios, esto iba mal…
Suspiró con pesadez… y se deslizó en la pequeña mesa de la esquina de la cafetería donde trabajaba su amiga
- últimamente has estado viniendo mucho- se acercó a su amiga
- si tanto te molesto puedo irme- retomó su postura inicial
- ¿ahora te haces la indignada? Mira Kagome… se que estas así por… Suikotsu…- se sentó frente a su amiga, su turno ya había terminado y ahora solo esperaba que pasaran por ella.
- ¿Suikotsu?- preguntó frunciendo el ceño- ¿el que tiene que ver?
- ¿no era la persona que te gusta?
Ahora se daba cuenta, Sango no sabía a quien amaba… desde el principio pensó que era su amigo y no Inuyasha… era lo mejor…
- no estoy segura…-mintió, era la única forma de que su amiga no preguntara más
- vamos, no esta nada mal… a demás tiene un estilo único- rió
- si, tienes razón
¿Formar una relación con Suikotsu? No, en realidad no era lo mejor, lo sabía bien, no arreglaría nada y solo terminaría lastimándolo… ¿Qué podría hacer? ¿Cómo lo olvidaría? Al final solo el tiempo lo diría…
Se escuchó a lo lejos la campanita del local sonar, anunciando la entrada o salida de las personas, la castaña quedó mirando a la entrada con los ojos brillantes, lo que hizo que ella la siguiera, se fue acercando hasta donde ellas estaban
- Hola lindas señoritas- recargó su brazo en la pared
- eres un bufón Miroku- rió la castaña, mientras el recién llegado tomaba asiento junto a ella
Tenía unos días que Sango estaba saliendo con el amigo de su medio hermano… esa última palabra era como un balde de agua helada cada vez que la pronunciaban sus amigos, era demasiado doloroso.
- Kagome, ¿estas bien?- la voz de su amiga la hizo salir de sus pensamientos- hace unas semanas que estas muy rara
- estoy bien… solo son los estudios- suspiró resignada- tengo que ponerme al corriente
- es cierto- dijo para sí- ¿has visto a Inuyasha?- miró a Kagome
Bajo la cabeza y negó, tomó fuerzas- no, no lo he visto…
- que extraño… cada vez que le marco al móvil me dice que esta con una tal… - se tomó la barbilla pensando-…Yura
Pero que inoportuno era Miroku…
- tengo que irme- dejo unos billetes
- espera Kagome, también nos vamos nosotros- se paró y jaló a Miroku de la mano y los tres salieron de la cafetería
El chico pasó el brazo por el cuello de Sango
- ¿A dónde vas?- preguntó su amiga
- no lo se…- rió con un poco de nervios
- nosotros vamos al cine, ¿no quieres acompañarnos?
- pero Sango…-esta lo miró con ojos asesinos que hizo al chico de ojos azules retractarse- ven con nosotros Kagome
- no, gracias pero tengo que hacer otras cosas… además no me gustaría ser mal tercio- fue dando pasos hacia atrás- adiós, que se diviertan
Giró sobre sus tobillos y caminó, aún era de día, quería tardar un poco más en llegar a la mansión, pero al parecer no había otra opción
Sacó una cajetilla de su mochila, los observó, dudaba si tomar uno o no, le había hecho una promesa a Inuyasha… pero recordó sus palabras “no fumes, aunque sea en mi presencia”
Cuando su boca probó de nuevo el sabor a tabaco se relajó, la nicotina había sido su única adicción, hasta ahora…

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Ella sabía que no podía controlar el tiempo, pero y si lo hiciera… por más que ahora este sufriendo, no hubiera cambiado nada de lo que pasó…Entro al baño de su habitación, se quitó la ropa y cubrió su cuerpo con la bata de baño… las gotas de agua quizás la ayudarían a olvidar por unos momentos, siempre lo hicieron, pasó lo que tuvo que pasar… ¿Qué pasaría con el amor que sentía?... solo y únicamente el tiempo lo diría

Capítulo 15

Capítulo 15.- Evitándola


La obscuridad la acompañaba, aún se encontraba en la sala de la enorme mansión, subió su mano hasta sus labios aún entre abiertos, y pasó sus dedos, cerró los ojos, podía recordar la sensación de tener los labios de Inuyasha en los suyos, nunca lo pensó posible… tendría que conformarse con el simple recuerdo de que alguna vez la había besado, pero era suficiente para ella, seguía pasando sus dedos por los labios aún hinchados, se detuvo de repente y la bajo… ahora ¿podría verlo a la cara?

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Había decidido no verla, no estar cerca de ella, ¿para qué? No tenía caso, no podía hacer nada, iba en contra de las leyes naturales.
Rascó su cabeza fuertemente, estaba alterado, nunca pensó que las necesitadas vacaciones que tanto añoraba se iban a convertir en un completo caos, ¿Cuándo fue lo que se le metió en el corazón? O es que ¿siempre estuvo allí?, sacudió la cabeza, se dejo caer en la mullida cama, lo mejor por el momento sería dormir, tratar de olvidar que besó a Kagome…

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Lo hizo despertar el sonido del móvil, un mensaje “¿Salimos?”, era lo mejor que podía hacer, distraerse.
Yura aparte de ser una chica muy bella sabía manejar una conversación, mantenerla divertida y dinámica, había respondido el mensaje y ahora estaba en camino a su cita con ella.
Se encontrarían en la estación de trenes, junto al reloj, ya que era un lugar en donde nadie se podría perder, la divisó a lo lejos entre la gente que entraba y salía de la estación, se veía extremadamente bien, sus cabellos cortos negros lo adornaba un prendedor en forma de rosa color rosado, un vestido de tirantes color blanco, ceñido en la cintura con un corte en “v”, unas zapatillas color rosa, ladeó el rostro e hizo un ademán con la mano, se acercó hasta ella.
- hola, que bien te ves- le sonrió
- lo mismo digo- tomó su bolso rosado con ambas manos- ¿vamos?- comenzaron a caminar
Las calles de la ciudad estaban concurridas, era un día caluroso, así que decidieron ir al parque por unos helados, caminaban mientras platicaban de cualquier cosa, en verdad era agradable la presencia de la chica.
Inuyasha se detuvo en seco.
Estaba del otro lado de la calle, mirando el semáforo, estando atenta cuando cambiara al verde… todo fue tan lento en ese instante, con la punta de los tenis negros pegaba en el piso, las calcetas de rayas negras y blanco amoldadas a la perfección por debajo de su rodilla, la falda de tablones de mezclilla, y la camisa blanco con letras azules, mostrando un hombro, su cabello azabache agarrado por una media coleta, dejando que el aire jugara con su cabello, meciéndolo…
- ¿sucede algo?- preguntó la chica que lo acompañaba al notar que ya no podía oír la voz de Taisho
- creo que conozco una heladería mas cercana- comenzó a caminar en la misma calle, evitando toparse con su media hermana
- ¿en verdad no me estoy perdiendo de nada?-la reacción del chico había sido demasiado extraña
- no, todo está bien, solo recordé una heladería más cerca y con más sabores- rió nervioso, demonios, esta situación con Kagome lo estaba aniquilando
Yura arqueó la ceja- si tu lo dices- no sonó muy convencida, pero al final si no quería decirle algo estaba bien, solo eran amigos…
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Debía ya estar loca, por un momento pensó que había visto a Inuyasha, en el cruce peatonal.
Se había quedado de encontrar con Sango un restaurant para comer, se habían vuelto las mejores amigas, a demás necesitaba despejarse un poco.
- ¡Kagome, por aquí!- escuchó a lo lejos, ladeó el rostro y su amiga estaba solo a unos metros de ella, en una mesa afuera del restaurant
- lamento la tardanza- puso su mano en su nunca cuando llego hasta ella- ¿tienes mucho esperando?- se sentó en la mesa
- solo unos minutos… ¡te salvaste!- entrecerró los ojos
- no volveré a suceder Sango…- a veces su amiga daba miedo
- ayer desapareciste…- se cruzó de brazos- estabas bailando con Kouga y de repente te esfumaste… y no atendías el móvil…
- me sentía mal…-no pudo formular otra excusa- así que me fui y apague mi móvil… me dolía mucho la cabeza- lo último era verdad, aún sentía los efectos del alcohol… ¿que mas podría decirle?, todo menos la verdad…
- aja…-en verdad no sabia si creerle o no, pero ya había pasado y ella se encontraba bien
El mesero llego hasta la mesa y tomó las órdenes, regresó rápidamente con dos vasos que los colocó frente a cada una
- disculpe- llamó la castaña, y el mesero giró- nosotras no ordenamos esto- señaló las bebidas
- lo sé, ellos las enviaron- señaló a dos jóvenes sentados dentro del restaurant que las veían
Kagome arqueó la ceja ¿Quiénes se creían que eran?- yo no la quiero
- si la quieres, dígale que gracias- le dijo al camarero
- de acuerdo señorita- se retiró
- ¿Por qué hiciste eso?- frunció el ceño
- Kagome, ¿crees que no se lo que te sucede?-entrecerró los ojos, y recargó su rostro en las manos entrelazadas- no puedes ocultarlo, se te nota cuando lo miras…- su amiga solo agacho la mirada
- por favor Sango, ya no digas nada…- agacho la mirada

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Sonó el tintinear de la campana en la puerta cada vez que entraba o salía algún cliente, la luz del sol les dio directo en el rostro.
Al salir de la heladería se topo con un restaurant, con mesas afuera, muy linda al parecer, podría ser un buen lugar para almorzar algo, pensó, ¿Qué estaba pasando?, cuando más trataba de evitarla, más parecía el destino quererle hacer una mala jugada, estaba sentada con Sango, platicando sobre algo, ella agachó la mirada, y dos hombres se acercaron a ellas, frunció el ceño… estaba a punto de cruzar la avenida, no podía hacerlo... se suponía que el la tenía que evitar a toda costa, aunque ahora los celos lo estuvieran matando…. tomó a Yura de la mano inconscientemente y caminó rápido, casi arrastrándola, era demasiada coincidencia, sería mejor terminar el paseo en otro lugar… por que estaba decidido, la olvidaría…

13 de noviembre de 2008

Capítulo 14

Capítulo 14.- Sostenme en tus brazos

Había ido a despedirse de sus padres en el aeropuerto, regresó a la mansión, era temprano, antes del medio día, y una vez que despertaba le era imposible dormir, ¿Qué haría hasta la noche?...
Subió las escaleras de mármol pesadamente, casi no había dormido, vio como Kagome salía corriendo con una mochila, lo mejor sería no hablar con ella por ahora…
Las horas pasaron rápido leyendo un libro, ya lo había leído antes, pero no le importaba repetir su lectura.
El reloj despertador marcaba las ocho de la noche, estaba listo, unos jeans algo desgastados de color oscuro, una camisa gris oscura de botones con los primeros dos botones sin abrochar, zapatos de vestir negros, su cabello despeinado… se veía en extremo deseable, tomó las llaves de su auto Mini Cooper.

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- no estés nerviosa, lo harás bien- puso su mano en el hombro de la chica
- eso espero…- sus manos sudaban y su corazón estaba acelerado
- los ensayos salieron muy bien, no te preocupes- dijo en tono consolador
La guerra de bandas había comenzado hace unos minutos, y ellos eran la próxima banda, los nervios los estaban consumiendo a todos, el presentador, los anunció, era el momento de salir…
Desde una de las mesas los observaban sus amigos, Suikotsu estaba vestido como siempre, unos jeans rotos, unas botas por debajo, una camisa blanca con detalles en rojo, una chaqueta de cuero y el paliacate rojo amarrado por el cuello con una cadena adornándolo, Kagome vestía una falda de roja cuadriculada de tablones, dos cinturones, uno de estoperoles y otro negro con orificios en círculos, unas medias algo rotas que eran agarrados por dos listones debajo de su falta, una botas negras que llegaban debajo de la rodilla sin tacón, una blusa tipo corsé negra de tiras, un collar pegado al cuello de cuero, con hebilla, el cabello azabache suelto, llegaba hasta el coxis, lacio con las puntas onduladas, que adornaba una boina de cuerno, en la costura entre la lengüeta tenía una cadena, inclinada hacia la derecha, maquillada, la sombra de sus ojos era de un color morado, con una línea marcando sus ojos, mascara, y sus labios levemente rojizos, ambos se veían espectaculares, los demás de la banda tenían aspectos únicos.
Tocaban muy bien, y ellos los animaban lo más que podían, se veían tan seguros, esperaban que ganaran el primer lugar, la guerra de bandas no tardaría mucho en terminar.
Bajaron del escenario y se reunieron con los demás en la mesa del Bar.
- ¿Qué tal estuvimos?- se acercaron Suikotsu con Kagome
- ¡tocaron muy bien!- dijo Sango muy alegre, era la primera vez que iba a un lugar con ese, con el trabajo y los estudios casi nunca salía.
- Chicos, es hora de irnos…- mencionó Kouga mirando su reloj
- ¿A dónde?- preguntó levantando una ceja
- a la noche electrónica ¿recuerdas?- entrecerró los ojos- ¿no vienes Suikotsu?
- no, tengo que esperar a que den los puntajes, los alcanzo allá- regresó con los chicos de su banda

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No sabía que hora era, pero ya había pasado bastante tiempo desde que llegaron, se encontró con Miroku dentro que iba con unas chicas, al parecer estaba bastante bueno el ambiente, y la música electrónica era su favorita.
Habían estado bebiendo, y ya podía sentir los efectos del alcohol, había mucha gente, y la pista de baile estaba llena, comenzó una de sus canciones favoritas “Castles in the Sky”, platicaba animadamente con los chicos, y con las copas que tenía encima, era más sociable.
Volteó hacia la pista, ¿Kagome?, ¿sería ella?, sus piernas torneadas, su delgado cuerpo bien formado, sus curvas… se veía demasiado bien… bailaba con un chico de coleta baja, demasiado pegados, el tenía sus manos en su cintura, y parecía que a ella no le importaba, maldita sea Kagome, ¿Por qué dejas que ese tipo te agarre así?, tenía que hacer algo, caminó hasta ellos y la jaló por el brazo, soltando el agarre del chico.
- ¿puedo bailar con ella?- frunció el ceño
- claro Taisho…- empuño la mano, la chica ya estaba algo borracha, podía ser esta su oportunidad, pero tenía que venia el estúpido ese a querer bailar con ella.
I don't wanna say I'm sorryCause I know there is nothing wrongDon't be afraid there is no need to worryCause my feelings for you are still strong
Comenzó a sonar otra canción “Hold me in you arms”, Inuyasha veía como Kagome movía la cabeza de un lado para otro, se había pasado de copas.
I don't wanna say I'm sorryCause I know there is nothing wrongDon't be afraid there is no need to worryCause my feelings for you are still strong
Inuyasha la sostenía por la cintura, se tambaleaba, se veían que no podía ya sostenerse.
- es hora de irnos Kagome- le dijo aún sosteniéndola
- no- negó con la cabeza- esta canción me encanta- cuando hablaba ceceaba un poco y alargaba un poco las palabras
I can see it in your eyesThere is somethingSomething you wanna tell meI see it in your eyesThere is somethingThat you hide from meIs there a reason why?There is somethingSomething you wanna tell meI see it in your eyesThere is somethingThat you hide for me
La luz blanca parpadeante le daba directamente en los ojos, todo se viera en cámara lenta, la hacía marearse un poco más de lo que ya estaba, solo quería estar un poco mas así cerca de Inuyasha
I don't wanna say I'm sorryCause I know there is nothing wrongDon't be afraid there is no need to worryCause my feelings for you are still strong
La acercó mas a el aún sosteniéndola por la cintura, bailando cerca, aspirando su olor mezclado con cigarrillo y alcohol que había en el ambiente. Kagome tomó su cuello con su brazo derecho acercándose a su oreja, cantando al con paz de la canción
“Hold me in your armsAnd never let me goHold me in your armsCause I need you so”
Había dicho casi en un susurro, cuando escuchaba cantar ese pedazo de la canción cerró los ojos, se estremeció, y su corazón se acelero, ¡demonios!, eso no podía pasar… ese alejó de su oído sin dejar de agarrar su cuello
I can see it in your eyesThere is somethingSomething you wanna tell meI see it in your eyesThere is somethingThat you hide from me
Se miraron a los ojos unos momentos y ella siguió bailando
Is there a reason why?There is somethingSomething you wanna tell meI see it in your eyesThere is somethingThat you hide for me
Bailaron hasta que la canción terminó, ambos salieron del lugar, Kagome aún podía verse con los efectos del alcohol.
Regresaron a la mansión, estaba todo a oscuras, pasó un brazo de ella por su cuello, mientras la sostenía tomando su cintura, a decir verdad el también sentía un poco todo el alcohol que había ingerido, reían por cualquier cosa.
- Inuyasha- aún ceceaba, se separó de él, sosteniéndose por la pared- a que no te atreves a besarme- lo señaló
- ¿estas loca Kagome?- frunció el ceño- no digas eso, por que no respondo…
- ¡cobarde!- le gritó- ¡cobarde!
- no soy un cobarde- la atrajo a sí por la cintura
- si lo eres, cobarde-le dijo en un susurro
Con la mano derecha tomó su mejilla, mientras aún la sostenía con la otra por la cintura, fue acercándose lentamente, hasta que por fin tocó sus labios, suave y dulcemente…
Estaba sintiendo los labios masculinos de él, hasta la ebriedad se había desvanecido con el simple contacto, su corazón estaba al borde del colapso, le comenzaba a doler… no importaba, hasta ahora era lo mas hermoso que había sentido… cerró sus ojos y rodeó su cuello con sus brazos.
Aún seguía besándola con devoción, la mano que estaba en su mejilla bajó a su barbilla, haciendo que abriera más la boca, introdujo su lengua, la de ambos jugaban, danzaban, saboreaban el exquisito sabor del otro, pero… su corazón latió fuertemente, y las cosquillas en su estómago comenzaron a aparecer, se separó al instante, la miró solo unos segundos, aún estaba con los ojos chocolates cerrados y la boca entre abierta, subió rápidamente las escaleras, ahora lo entendía… lo que sentía por ella no era amor fraternal… no la veía como hermana… nunca… era algo más, más que eso… la amaba… eso es lo que estaba pasando… amaba a Kagome… no, eso no podía pasar… tendría que olvidarla, conseguirse una novia… lo que fuese… pero ¿Cómo evitar a una persona que vive contigo?, se mordió el labio, aún tenía su sabor… ¡maldición!, si no podía sacarla de su vida, al menos fingiría que eso no había pasado, y evitarla lo más que pueda…