11 de febrero de 2009

Capítulo 20

Capítulo 20.- Desencuentro

Una chica de cabellos azabaches caminaba por los pasillos de la Universidad, en dirección a su aula de clases, aún había partes de esta que no conocía debido a lo extensa que era, solo sabía el camino hacia su aula y a la cafetería, parecía como si fuese otra ciudad dentro de esta, cuando sintió que tomaron su brazo y la jalaron hacia el cuarto donde guardaban todo los utensilios de limpieza
- no podía esperar otro minuto mas sin tenerte cerca de mí- tomó su barbilla y juntó sus labios con los de ella, se amoldaban mientras Inuyasha pasaba la mano que tenía en su barbilla a su nuca, ambos metían su lengua en la cavidad del otro jugando con suavidad, cuando creyeron conveniente separaron sus rostros para poder apreciarse mejor, aunque todo estaba oscuro sus ojos se acostumbraron y podían verse un poco
- esta semana ha sido difícil- suspiró pesadamente
- lo sé… día con día es una tortura no poder estar contigo de esta manera- juntó su frente con la de ella- tener que pretender que no somos…-no podía terminar la frase, era indudable, la categoría de hermanos ya no existía para ellos
- es mejor así…- sabía a que se refería, el bienestar de ambos… no solo ante las críticas, si no al rechazo
Inuyasha tomó la mandíbula de ella con ambas manos y la miró directamente a los ojos, esos ojos que lo hipnotizaban con su sutil color chocolate, fue acercando su rostro sin dejar de penetrar esa mirada hasta que ella fue cerrando con parsimonia sus ojos hasta quedar completamente cerrados
Aprisionó sus labios entre los de el moviéndolos suavemente con un toque erótico… hasta que el ruido los hizo despertar del transe al que estaban entrando, la hora de entrada había llegado
- Inuyasha…-dejo salir con una voz jadeante al terminar el beso- tenemos que ir a clases…- se separó de el dándole la espalda, aunque no quisiera hacerlo… tenía que…
- no- la tomó por la cintura posesivamente- no te voy a dejar ir- le dio al oído
- por favor Inuyasha- sintió su aliento caliente en su oreja y parte de su cuello- tengo…-suspiró al sentir los labios del platinado en su cuello- examen- se separó rápidamente del chico y abrió la puerta viendo hacia ambos lados antes de salir- nos vemos en la salida- salió a paso apresurado hasta su aula de clases
Entró al aula donde tomaba las clases y suspiró, recordando que hace solo unos momentos la tenía en sus brazos, ya no había más duda, estaba enamorado, no, locamente enamorado de Kagome, que ironía, cuando eran niños ella no existía para él y ahora no puede vivir sin ella
Se sentó en una de las sillas del pequeño auditorio que era su salón de clases
- Inuyasha- el pronunciar de su nombre lo sacó de sus pensamientos y ladeó el rostro para observar quien lo llamaba
- ¿sucede algo Yura?- levantó una ceja
- hoy tenemos un trabajo en equipo ¿recuerdas?- apoyó sus brazos en el pupitre
- si lo recuerdo, en la biblioteca a la hora de la salida ¿no?- reafirmó lo que hace unos días su compañera le había dicho repetidas veces
- si- sonrió- es solo la segunda entrega del proyecto final, recuerda que el tercero va a ir a nuestra calificación definitiva- se cruzó de brazos pensando en lo que se estaban jugando con ese dichoso proyecto
El primer profesor del día llegó iniciando su cátedra inmediatamente

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La hora de la salida había llegado después de un tedioso día
- El examen estuvo muy difícil- comentó una de sus compañeras poniendo su mano en su frente, demasiado dramático
- Oye Kouga- llamó el chico de la perforación en la ceja y el aludido se fue acercando a ellos- ya desde que te emparentaste con Ayame no existimos
- Lo siento- rió nervioso mientras rascaba su cabeza
Kagome se recargó en el tronco del árbol, era como si estuviera en otro lugar, pensando en su situación más que en las tonterías que sus amigos estaban platicando, y en el examen que había fallado… ahora tendría que trabajar más duro para subir su nota…
- ¿Qué les parece si vamos a la cafetería del centro comercial?- comentó Yucca alzando por lo alto su dedo índice
- ¡si, que buena idea! Así sirve para olvidarnos del examen, puede que después de que mis padres vean mis calificaciones no regrese con vida a la Universidad- digo de nuevo la dramática de Eri, era su amiga, pero se había distanciado un poco de ella inconscientemente desde lo que sucedió con Inuyasha, casi siempre le preguntaba por él y eso le molestaba
- Kouga, ¿van a venir tu y Ayame?- preguntó Yucca- ya no recuerdo cuando fue la última vez que salimos
- ¡claro que vamos!- llegó la pelirroja tomando el brazo de su novio, solo había escuchado una parte de la conversación
Las chicas junto con Kouga comenzaron a caminar hacia la salida de la Universidad
- ¿no vas a venir Kagome?- preguntó el de ojos grises regresando unos cuantos pasos, ella seguía recargada en aquel árbol
- no, ya tenía planes- negó con la cabeza
- si quieres puedo acompañarte- no le gustaba que se quedara sola y con gusto se quedaría, siempre y cuando ella quisiera
- no, esta bien, ve y diviértanse- sonrió
- ¿segura?- insistió prefería estar con la chica de cabellos azabache a una simple salida con sus amigos y compañeros de clase
- si estoy segura-
- está bien- sonrió de medio lado, y siguió los pasos de los demás hasta salir de las instalaciones
Sacó su móvil de la mochila, no tenía ni una llamada perdida y en la pantalla eran las 3:45pm , habían pasado ya cuarenta y cinco minutos desde que salieron de sus clases y aún no había rastro de él, solo esperaba que no demorara más, ya que comenzaba a desesperarse

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Después de unas horas de estar trabajando conjuntamente habían dado los toques finales al proyecto, miró su reloj de pulso, eran casi las siete de la noche, estaba exhausto, miró por una de las ventanas de la biblioteca, la anunciada lluvia del día siguiente se había adelantado, suspiró, solo quería tomar un baño y dormir junto a Kagome… Kagome… ¡demonios! Lo había completado, corrió hasta donde habían quedado de verse, el árbol donde siempre se encontraban, no había nadie, era lo más lógico, que no estuviese, habían pasado casi cuatro horas desde la salida de clases…
- maldita sea-
Había llegado a la mansión después de una hora, el clima no estaba a su favor, y conducir con el asfalto mojado era peligroso a demás del tráfico usual
- Señor Inuyasha- dijo al verlo en la puerta
- Mioga, ¿viste a Kagome?- frunció levemente el ceño
- ¿La señorita Kagome?- se tomó la barbilla- me parece que la vi hace unos momentos entrar a su habitación… ¿Señor Inuyasha?- solo lo vio subir una de las escaleras con gran prisa
El sonido acústico se escuchaba salir de la habitación de la chica, era seguro que estaba ah… maldita sea, ¿Cómo pudo olvidarlo?
Mientras abría la puerta un olor peculiar comenzara a llegar a sus fosas nasales, ¿podría ser?, terminó de abrir la puerta
Estaba recostada con la guitarra en su pecho, había dejado de tocar y ladeó el rostro… tenía un cigarrillo en su boca, su ceño comenzó a fruncirse, casi se podía conectar una ceja con la otra, estaba muy molesto…
- ¿se te ofrece algo?- levantó una ceja mientras dejaba la guitarra de lado y se sentaba en el borde de la cama
- habías prometido que…-
- lo sé, ¿y?- preguntó retándolo
- Kagome… -suspiró- yo… en verdad lo siento… es que… lo olvidé- desvió la mirada hacia el pequeño escritorio con la portátil de la chica- tuve que hacer un trabajo… y bueno… se me hizo tarde
Se sentó en el borde de la cama- ¿eso es todo lo que tenías que decir?- ahogó el cigarrillo en el cenicero- si es así ya no tienes nada que hacer aquí
- vine a disculparme… a explicarte por qué…- bajó su tono de voz- te deje plantada
- creo que no te costaba avisarme, una llamada o un mensaje- dijo con el ceño fruncido
Bajo la mirada- tienes razón, por eso vine a pedirte disculpas
- no me interesan tus disculpas- volvió a recostarse en el colchón
- no se puede contigo- había ido para poder hablar con ella, disculparse ¿y así le respondía?, le dio la espalda- ¿sabes?- comenzó a hablar- pensé… que tal vez habías cambiado…
Al oír sus palabras frunció el ceño e iba a contestarle cuando siguió hablando
- pero me equivoqué contigo, sigues siendo la misma… y yo ya me cansé de estar soportando todos tus desplantes inmaduros y sin sentido, esto no va a llegar más lejos- caminó rápidamente cruzando el cuarto y finalmente salió de la habitación cerrando la puerta fuertemente
Al escuchar los pasos del platinado queso estática, con sus ojos abiertos casi desorbitados, en verdad le había dolido, sintió como unas punzadas atravesaban su corazón, eso significaba que… ¿ya no iba a estar con ella? Sus ojos comenzaron a ver borroso, comenzara a sentirse sofocada, el aire le faltaba
Cuando cobró la razón, ya estaba afuera de esa mansión, empapándose, y ahora caminando por las calles como si estuviera deambulando
- Inuyasha…-dejo salir de su boca mientras sus lágrimas se confundían con las gotas de la lluvia

Capítulo 19

Capítulo 19.- Romance secreto

Hacía algunos minutos que había salido de la habitación de Kagome, nunca se había sentido tan feliz y completo en lo que llevaba de vida, era como si estuviera viendo la luz al final de un túnel interminable.
Era verdad que era un chico popular, y todos lo creían inteligente y sobre todo con más dinero de lo que podían imaginar, que era perfecto a sus ojos, pero le realidad era otra… no era perfecto y se encontraba muy lejos de estarlo… desde niño, su madre se la pasaba fingiendo lo perfecta que era su familia y tratando de que el engaño de su padre no saliera a la luz… solo era una hipócrita, a veces se preguntaba si alguna vez los quiso, a Sesshomaru y a él.
Su hermano mayor tuvo que irse a otro país para alejarse de todo la hipocresía que era esa familia, aunque los demás no lo notaran… eso eran.
Se sentía solo aunque no lo estuviera, incompleto…
Pero ahora eso era diferente, tenía a su Kagome, ella le hacía sentir tantas cosas con solo cruzar miradas… ¿como llegaron hasta ese punto?... no se dio cuenta, pero ahora estaba completamente, no… locamente enamorado de ella.

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No podía borrar esa tonta sonrisa de su rostro, no podía evitarlo, estaba extremadamente feliz, se sentía dichosa y por primera vez en su vida… amada…
Pero una pregunta rondaba por su cabeza ahora, y no la dejaba en paz… ellos dos… ¿Qué eran?
Se tomó su nuca y la acarició de forma nerviosa, habían quedado de salir, pero de ahora en adelante que iba a pasar… tanta era su felicidad que no pensó en nada mas…
En pocos minutos resonaban unos golpes fijó su mirada en el lugar en el lugar donde prevenían, la puerta de su habitación… respiró profundamente, esas preguntas aún sin respuesta la tenían en un estado extraño para ella…
La puerta retumbó cuando llegaron los golpes más fuertes, caminó lentamente, como si todo fuera en cámara lenta, a cada paso ese sentimiento se hacía mas grande y más preguntas llegaban a su cabeza, ¿Qué es lo que pasaría con ellos?, agarró fuertemente el picaporte, como si haciendo aquello se le fuera ese sentimiento, abrió con parsimonia mirando el piso
Una manó tomó su barbilla e hizo que alzara el rostro
- ¿estas bien?- sus ojos dorados eran tan brillosos… no podía fingir que todo estaba bien como en otras veces así que solo desvió la mirada
- Inuyasha… no, no estoy bien…-al fin pudo decir
- ¿Qué es lo que tienes?- esa voz de preocupación no era común en el- por favor, dímelo…
- es que… tengo miedo de que todo esto se acabe… por que nosotros somos…- en ese momento fue interrumpido
- una pareja- al escuchar sus palabras lo miro con los ojos chocolate abiertos- somos una pareja ¿verdad?- sonrió
Ella sonrió, una gran y hermosa sonrisa que en todo lo que llevaban de conocerse nunca había visto, de un momento a otro ella estaba abrazada de su cuello besándole la mejilla como si fuera una colegiala que por primera vez se le hubieran declarado… ella era tan impredecible, tan encantadora
- pero…- se separó de él, y frunció el ceño- todos saben que nosotros… bueno… tu sabes
- lo sé… entonces, tendremos un romance secreto- le guiñó el ojo
No era lo que ambos querían, pero era lo mejor para todos… al menos por ahora
Ya estaban dentro del mini Cooper en camino hacia cualquier lugar, no tenían algún rumbo fijo, lo único que querían era pasar un tiempo juntos fuera de esa gran mansión
La miró aunque fuese de vez en vez, ya que no podía quitar la mirada de la autopista, esta vez su posición relajada de siempre no estaba, su mirada que se mantenía antes hacía afuera ahora estaba viendo sus manos que se encontraban en sus muslos
Rápidamente tomó una de sus manos con la suya y entrelazó con sus dedos con los de ella
- ¿Por qué estás tan nerviosa?- preguntó sin dejar de mirar por donde conducía
- lo siento… no puedo evitarlo, es que todo esto me parece tan surreal… que es solo un lindo sueño del que no quiero despertar nunca…- apretó más su mano
- no es un sueño, es solo la bella realidad- ambos sonrieron
Estando en el auto conservaban sus manos entrelazadas, ambos sabían que la situación en la que se encontraban no iba a ser nada fácil. Pertenecían a una renombrada familia y no podían arriesgarse a actual libremente por encima de eso. El mundo se volvería contra ellos, así que por ahora… su relación sería oculta.

Capítulo 18

Capítulo 18.- Confesiones

Los rayos del sol comenzaron a darle directo en el rostro, le molestaba… se quejó y frunció la nariz cerrando más fuerte los ojos.
Sentía frío, estaba sola en aquella cama, ¿había sido un sueño?... se movió ligeramente sin cambiar de posición, no, no era un sueño, el dolor bajo sus caderas se lo confirmó, ¿se había ido?, era lo más probable, suspiró pesadamente, aún no abría los ojos, no quería confirmar lo que temía… ¿le había mentido?¿la había usado? Seguramente… Fue solo la chica de una noche…
- ¿ya despertaste?- sonó una voz masculina detrás de ella
Se sentó en la cama por un pequeño salto agarrando la delgada sábana para tapar su desnudez, y ladeó el rostro, estaba segura de que era…
- supuse que tendrías hambre- bajó hasta su regazo una pequeña bandeja con fruta, pan tostado y un pequeño vaso de cristal con jugo de naranja, y se sentó al borde de la cama, solo vestía unos bóxers
El estaba ahí… no la había dejado…

Lo miraba sorprendida, con los ojos bastante abiertos, bajó la cabeza y su cuerpo comenzó a inhalar rápido cortadamente por la nariz.
- ¿Kagome, paso algo? ¿No te agradó el desayuno?- frunció el ceño preocupado
Ella negó con la cabeza aun sin levantarla
- ¿Qué es?- no decía nada, no sabía que hacer o que decir… ¿estabas así por su culpa?
Alzó la mirada, unas lágrimas podían verse caer de sus ojos chocolate, pero antes de que Inuyasha pudiera articular palabra había sido abrazado por la chica.
- Gracias…-le dijo al oído, él correspondió el abrazo
- ¿Gracias por que?- sonreía, pero no entendía que era lo que estaba pasando
Kagome se separó un poco del abrazo- pensé… que tal vez… esto fue de solo una noche…
El platinado junto su frente con la ella- tonta… no dudes nunca de lo que siento por ti…
Ella asentó la cabeza, dejando caer lágrimas de felicidad
Inuyasha pasó sus dedos pulgares por sus mejillas rosadas, para limpiar el rastro de lágrima que aún quedaba
- ¿sabes?- comenzó a hablar- mi vida ha sido difícil, un desastre…- el chico se sintió mal, parte de eso había sido su culpa- comencé con el cigarrillo por que era lo único que me tranquilizaba…- ella estaba dispuesta a decirle todo, el solo la miraba y escuchaba todo lo que tuviera que decir, aceptaría todo lo que le dijera- pensé que regresar a Tokyo era un terrible error, regresar a lo que siempre temí...
- Kagome yo…- dijo el chico con un sentimiento de culpa que nunca antes había experimentado
Lo interrumpió - lo único que hizo más soportable regresar fuiste tu… -alzó su mirada dorada extrañado- yo siempre te quise… nunca pensé que ese sentimiento… se convertiría en amor…
Suspiró, al fin estaba conociendo a la verdadera Kagome, la que se escondía detrás de esa personalidad rebelde, cínica, sarcástica… ahora la comprendía mejor… era turno de ser sincero con ella.
- por favor Kagome, quiero que me perdones por todo lo que te hice cuando niños, estaba celoso, te tenía coraje por que nuestro padre nunca nos puso la atención que te daba a ti… fui un completo idiota infantil
- ¿fuiste?- comenzó a reír

- ¡oye!- exclamó juguetón, y a hacerle cosquillas en el estómago, ella se movía y pateaba
-¡Inuyasha! Suéltame- apenas podía articular las palabras entre risas- ¡vas a hacer que tire mi desayuno!
- Te amo Kagome- le robó un beso- gracias a ti, por hacerme feliz
La volvió a besar, pero esta vez fue pasional, jugando con su lengua, saboreando cada parte de la boca a la que se había vuelto adicto.

Capítulo 17

(N/A.- Hola a todos!! antes que nada una disculpa por no haberlo subido antes, pero casi se me olvida que tenia el blog, ahora mi verdadera intención era advertirles sque a partir de este capítulo vienen las escenas fuertes, así que si no estan dispuestos a leerlo sera mejor que se pasen al siguiente y si quieren, pues adelante mis pequeños perversos hahahaha xDDD)



Capítulo 17.-Revelando sentimientos

Había pasado ya un mes desde el día del paseo, el y Yura salían cada tanto, se habían vuelto muy amigos.
No había visto mucho a Kagome desde aquel día, cuando salía o entraba a su cuarto de vez en cuando podía escuchar el sonido de una guitarra proveniente de la habitación de la pelinegra, si acaso veía su rostro unos minutos, casi todo el día se la pasaba afuera, tratando de evitarla…
Estaba en su cama, viendo el techo, con las palmas de las manos debajo la cabeza, era ya un mes y aún no podía olvidarla, cada vez que la veía sentía que se enamoraba más de ella, de sus detalles… ya no podía ocultarlo, tratar de negarlo nunca funcionó, ya no podía estar lejos de ella, sentía que iba a morir de tristeza… tenía que hablar con ella, aclarar la situación, si Kagome no sentía lo mismo que él… se iría lejos…
Estaba decidido, se levantó de la cama tomando impulso, y salió de su habitación, caminó por el pasillo con paso lento, al llegar a la puerta que conducía a la alcoba de la pelinegra se apoderó de la perilla, dudo un momento, lo mejor era aclararlo.
Abrió la puerta, ¿no había nadie?, ¿había salido?, escuchó un pequeño gritito en el baño, y corrió hasta él ¿le habría pasado algo?, al empujar la puerta la chica lo miro, se encontraba solo en bata de baño, se sonrojó al instante, y el se quedo pasmado con la escena
- ¿Inu…yasha…?- dio pasos hacia atrás y resbaló con un pequeño charco de agua pegándose en la espalda con la manija de la regadera, abriéndola, haciendo que las gotas de agua cayeran sobre ella, mojándola.
Caminó hasta ella, sin importarle empaparse, se acercó y puso sus manos en la pared, aprisionándola, haciendo que la chica abriera más sus ojos y las mejillas se tiñeran de un color carmesí intenso.
- Kagome…-comenzó a hablar, mirándola a los ojos- se que esto esta mal, que nunca debería haber pasado… pero estoy enamorado de ti, te amo mas que a nada en este mundo, trate de olvidarte pero no pude…-la chica se tomó la bata en el sitio donde se encontraba el corazón- si no sientes lo mismo que yo me iré lejos, nunca más te molestaré… esto que siento se que es un pecado, pero si sientes lo mismo que yo no me importaría nada ni nadie más que nosotros…
Kagome solo lo miraba, no podía articular palabra, ¿él la amaba? ¿Esto era un sueño?, las gotas frías aún cayendo sobre ella la devolvía y le dijo que no lo era… ¡demonios! Como le dolía el corazón en este momento… veía sus ojos dorados…
- ¡por favor Kagome! Si no sientes lo mismo que yo dímelo, o si me odias, cualquier cosa…-dijo casi en súplica, pero aún no obtenía respuesta, asentó la cabeza simultáneamente- de acuerdo, ya entendí- comenzó a despegar sus manos de la pared de mosaicos del baño, cuando sintió una mano delgada agarrar su brazo fuertemente
- entonces…- la miró, le iba a dar su respuesta- nos iremos al infierno los dos…
La abrazó fuertemente, sintiendo como ella le correspondía, sus calidad manos en su espalda, se separó unos centímetros para verla, subió sus manos hasta las mejillas rojizas de ella, se miraron a los ojos, y unieron sus labios, amoldándose a la forma del otro a la perfección, lamió su labio inferior, para luego introducir su lengua, jugando con la de ella, saboreando cada parte de su boca, torpemente cerró la llave de la regadera, y caminaron sin despegarse un centímetro, sin dejar de besarse con devoción y pasión.
Siguieron caminando hasta toparse con el borde de la cama de la chica, cayendo Inuyasha encima de ella, ambos se acomodaron en la cama, el pasó su mano por los cabellos de la chica, comenzó a besar la mejilla, para después pasar a su cuello, escuchaba los gemidos de la chica, y su cuerpo moverse inquieto debajo de el.
Pasó su mano la cintura y cadera de Kagome, subiendo y bajando simultáneamente, regresó a saborear su boca, comenzó a dirigirse al seno de la chica, tocándolo por encima de la bata de baño, eran audibles los gemidos ahogados de la chica, paró en seco y dejó de besarla, apoyó su frente sobre la de ella, con los ojos cerrados, sintiendo su respiración cerca
- lo siento Kagome…- respiraba agitado- yo…
- no lo sientas- pasó sus manos por el cuello del platinado y mordió su labio inferior, ahora ella comenzaba a besarlo…
Estaba dispuesta a entregárselo todo, quería estar con él, necesitaba estar con él…
Abrió un poco la bata de baño, dejando ver la piel entre sus senos, introdujo la mano por debajo de esta, hasta llegar a su seno, comenzó a formar círculos alrededor del pezón de la chica, acariciándolo, ella iba quitando la camisa mojada de Inuyasha hasta que el terminó sin ella, desde los labios de la chica iba dejando un camino con su lengua hasta uno de sus senos, lamiéndolo, succionándolo, mordiéndolo suavemente, respiraba fuertemente y entrelazaba su mano con el cabello platinado de él.
Comenzó a quitarse el pants azul marino, llevando consigo su ropa interior, terminó por abrir la bata de baño, dejando ver el hermoso cuerpo de la chica, lo bien formada que estaba, lo perfecta que era en todo sentido.
El sudor se fundía con las aún gotas de agua que quedaba en el cuerpo de los chicos, Inuyasha fue bajando la mano hasta llegar al sexo de la chica, lo comenzó a tocar delicadamente, haciendo que Kagome se arqueara un poco y gimiera, lo masajeaba, introducía sus dedos en su cavidad, simulando lo que pronto vendría, seguía besando su seno, fue subiendo con besos cortos hasta su boca.
Se colocó entre la piernas de la chica, ella lo abrazó por el cuello, juntando sus frentes, respirando encima del otro, Inuyasha fue introduciendo su miembro en ella, lentamente, no sabía si ella era virgen o no, lo último que quisiera sería lastimarla… y por como se aferraba a su cuello tal parecía que si… se movía lentamente, hasta que el cuerpo se amoldara y se acostumbrara, cuando por fin el dolor comenzó a desaparecer fue soltando el agarre, hasta quedar recostada en la cama.
La luz de la luna entraba por la ventana de la chica, siendo lo único que iluminara el cuarto, ambos se veían directo a los ojos, todo el amor que sentía por el otro podía ser transmitido por sus ojos, mientras el movimiento se hacía mas rápido, se daban cortos besos ya que el aire era casi ausente, ambos gemían, jadeaban…
Ambos habían llegado al climax, Inuyasha dejo caer su cuerpo completamente encima de la pelinegra, recargando su cabeza en el hombro de la chica, podían sentir la respiración del otro sobre su cuerpo… Kagome pasaba los dedos por el cabello platinado de él, era simplemente mágico…
Dio una vuelta quedando al lado de Kagome
- Note vayas- suplicó
La abrazó pasando un brazo debajo de su cabeza y la otra mano subiendo y bajando por su espina dorsal
- No lo hare… nunca…- le dio un fugaz beso en los labios y otro en la frente, ella tenía cerrado los ojos, seguramente estaba cansada… pasó su mano por el flequillo- …te amo…