15 de octubre de 2008

Capítulo 8

Capítulo 8.- ¿Trato?

La noche anterior fue demasiado confusa…a ese sentimiento le llamaban ¿hermandad?, no lo sabía, pero nunca antes lo había sentido...
Ojalá que a Miroku no se le ocurriera molestarlo ese día, no estaba de humor… hacía calor para su buena suerte, llevaba un pants rojo y una camisa polo blanca algo holgada, y una gorra del mismo color que el pants, era muy raro que llevara una...
Solo esperaba que la semana pasara rápido, al fin vacaciones, lo que necesitaba… unas tranquilas vacaciones, sin padres… solo….
Suspiró antes de entrar al salón cabizbajo, directo a su asiento en la última fila, el profesor entro…
- Buenos días… Señor Taisho- demonios, ya lo había visto…- sabe las reglas de la institución- se quedaron callados ambos- se quita la gorra o se retira Señor Taisho- el maestro se estaba cansando.
Se escuchó un sonido bastante molesto para los estudiantes, ese que es producido por el pupitre cuando se mueve, y salió por la puerta, no estaba dispuesto a quitarse la gorra y dejar ver las manchas moradas en su rostro, ¡No, eso imposible!
Fue a la biblioteca de la Universidad a leer un poco, esa era una de sus pasiones.
Ya era hora de la salida… que rápido pasó el tiempo, pensó, aunque siempre pasaba lo mismo cuando leía… no quería llegar a su casa, pensó unos momentos que podía hacer…
Caminó por las instalaciones de la Universidad, como si estuviera buscando algo, ahí estaba, su mismo círculo de amigos… parpadeó simultáneamente, llevaba un overol, pero este en lugar de ser pantalón era falda, de mezclilla, y un tope negro, podía verse su cintura, frunció el ceño y caminó hasta donde estaba ella
- Hola- dijo al círculos de nuevos universitarios, unas chicas estaban sorprendidas y sonrojadas- Kagome ¿nos vamos?- no subía la cabeza más de lo debido.
- ¿nos vamos?- levantó una ceja- ¿a donde?- las chicas miraban a Kagome con ojos de odio… y ella decía que no lo conocía.
Taisho era sin dudas el hombre más popular de la escuela, era demasiado bello para algunas, podría ser comparado con un ser celestial o hasta con un Dios.
- si ella no quiere no veo por que la tienes que llevar- entrecerró los ojos uno de los chicos presentes, este tenía el cabello castaño a la altura de la mitad del cuello, sus ojos eran grises, tenía una perforación en la ceja, vestía un pantalón de mezclilla algo ajustado, una camisa negra y un paliacate amarrado por el cuello.
- esta bien- Kagome agritó sus manos en señal de que no había problema
- solo te raptare un rato- la tomó de la mano y comenzó a jalarla
- ¿Qué es lo que quieres?- preguntó sin dejar de caminar, y sentirse un poco nerviosa por que le agarrar la mano
- solo invitarte a comer ¿no quieres?- se desilusionó un poco, quería convivir mas tiempo con ella…
- no, no es eso… pero… deberías descansar, ¿como amaneciste?- era la primera vez que sonaba sincera, y su tono era de preocupación
- bien, un poco adolorido, pero es algo sin importancia- se encogió de hombros
No preguntó nada mas, al parecer ella estaba saliendo de ese caparazón de niña rebelde… ¿estaba cambiando? O siempre fue así y nunca se dio cuenta.
Fueron al centro comercial, ya habían comido algo, y tenía una sorpresa para ella… a demás podían pasar el tiempo juntos, al parecer ninguno de los dos quería estar en la mansión.
- se puede saber ¿ahora a donde vamos?- le preguntó, era guiada por su medio hermano
- es una sorpresa…- dijo sin parar su caminata- bien, aquí estamos- paró frente a una tienda de ropa- creo que te debo un abrigo…
- no, ¡no tienes por que hacerlo!- era raro, nunca espero algo de él… dio media vuelta sobre sus tobillos
- ¡oye a donde vas!- la tomó del brazo
- ¡no quiero nada tuyo! Piensas que puedes comprarme, que puedes tenerme lastima ¿no?- enmarcó las cejas
- ¿Qué?- comenzó a reírse
- ¡que te causa tanta gracia!- estaba bastante enojada
- estas loca, pero que cosas dices… yo nunca haría algo como eso… que poco me conoces Kagome
- si, tienes razón, te conozco poco por que alguien no dejo que lo conociera nunca- eso le dolió, era cierto… cada una de esas palabras, pero aun había tiempo para enmendarlo ¿no?
- lo siento, pero aun tenemos tiempo ¿verdad?- estaba completamente arrepentido de su actitud anterior
- con una condición- se cruzó de brazos y él solo alzó las cejas- vamos a la casa en la playa de vacaciones…
- bueno, supongo que si…-se rascó la cabeza
- van a ir los compañeros de mi salón si quieres puedes llevar a alguien- sacó un cigarrillo, no había fumado en todo el día, y ya le hacía falta
- pero ahí va mi condición- agarra el cigarrillo y lo bota- no fumes, aunque sea en mi presencia… ¿trato?- le extiende la mano
- está bien- entrelaza sus dedo índice y anular y le da la mano libre- trato

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